Vistas de página en total

jueves, 29 de septiembre de 2011

Tanto

Esta siempre será nuestra canción

Yo te había aprendido a querer. Tanto, que besaba tus pies callosos sin ningún pudor. Tanto, que podía verte las heridas y curarlas. Tanto, que me reía ante tus gases frecuentes o cuando te ponías calcetines largos con pantalones cortos. 
Tanto, que toleraba tus manías y tus malos hábitos: los cajones y los armarios siempre un poco abiertos, los cercos de té manchándolo todo, los botes de mermelada mal cerrados, las ventanas abiertas sin miedo a los ratones, la acumulación de cajas vacías y cacharros varios, los vodkas con limón demasiado frecuentes, los ronquidos, las llamadas de teléfono que recibías a horas extrañas, tus celos, el espejo de tu baño siempre tan manchado, tu negativa a tener hijos. 
Tanto, que me deshacía ante tus cariños y te creía: tus manos siempre acariciándome alguna parte de mi cuerpo, la mirada de tus ojos atrapando los míos durante segundos hermosos, mi nombre en diminutivo murmurado quedamente detrás del oído, tus manos frías en mi espalda para despertarme por las mañanas, tus "estás muy guapa" aunque no fuera cierto, tus cosquillas, tus comidas preparadas con todo detalle de velas y músicas, tus regalos pequeños pero habituales. 
Tanto, que no me importaban tus conversaciones limitadas a unos pocos temas a veces cansinos, ni que empezaras a contarme las cosas repetidas como hacen algunos mayores. Tanto, que me parecías guapo siempre, que me reía con tu humor extraño y desconcertante para muchos -cómo te gustaban las situaciones surrealistas que nadie entendía, cómo te gustaba descolocar a los otros sólo para avergonzarme y ver mi cara-, tanto que estaba segura de envejecer a tu lado y eso no me asustaba, me enternecía. 
Tanto, que rechacé otros amores, que sacrifiqué futuros bellos por una fidelidad sagrada. Tanto, que dejé matarme. 
Lo más irónico es que al principio, hace 13 años, no te quería. Lo más triste es que ahora que te has ido te quiero más que  nunca.

8 comentarios:

Incógnita dijo...

A veces es duro aprender que a la única que vale la pena querer tanto, es a una misma.

Muy bueno

Sara O. Durán dijo...

Hmm... ¿Si será posible APRENDER a amar a alguien? Eso yo solo lo he sentido. Me gusta-me enamoro-amo. Pero no sé cómo mediante un proceso.
Es en serio, mi pregunta. Si puedes contestarme, te lo agradezco. Igual un día amanezco sin querer y no supe bien como se me acabó eso que sentía.
Besitos.

M dijo...

"la mirada de tus ojos atrapando los míos durante segundos hermosos, mi nombre en diminutivo murmurado quedamente detrás del oído"

el paseante dijo...

En el planeta Tierra hay 6.950.000.000 de personas. Aproximadamente la mitad son hombres. Es como ir al Corte Inglés a buscar unos pantalones: no te los acabas.

Anónimo dijo...

Es bonito y triste lo que cuentas...Pequeñas/grandes historias llenas de muuuuuuucho sentimiento...

PS dijo...

L´amor és això, estimar el bell i el que no ho és de la persona. La resta són circumstàncies.

Pitt Tristán dijo...

Nos ocurre con las parejas de otros como con sus gustos literarios, a veces no comprendemos como han podido elegirlos.

Ada dijo...

Incógnita, y para algunas mucho más difícil.
Gracias.

Sara, sí se puede. Y cuando ocurre es más profundo que el amor sentido a primera vista. Se aprende a querer cuando no sabes amar bien. Tal vez tú tengas la suerte de mucho amor dentro de ti y por eso no has tenido que aprenderlo.

Monica, eso siempre llega al corazón.

Paseante, algunos tenemos gustos raros y exclusivos :)

Rombo, demasiado posiblemente, demasiado espejismo.

País, pero no siempre basta para que funcione.

Pitt, lógico, para gustos, los colores.