Vistas de página en total

viernes, 26 de agosto de 2011

Comerse el corazón

Me como el corazón a pequeños picotazos, un poco cada noche, después de nuestra conversación diaria, sí, la estancada, la agria, devoradora y laberíntica. Me lo como despacio para que me siga doliendo, para no quedarme sin aunque duela y dejo que las cosas sigan transcurriendo fuera de mi control y deseos. Dejo un trozo para que tu zarpazo final se lo lleve, para no tener que admitir que lo he perdido, que lo he vendido. Siempre es mejor ir diciendo por ahí que me lo han roto o que me lo han robado.
Me como el corazón y sabe raro: a veces a nube de algodón y es dulce y se me engancha en los dientes y entonces veo imágenes casi olvidadas. Y cuando paso la lengua para desengancharlo sabe ácido como el limón y un escalofrío se instala en mi espinazo. Y trago. Y la lengua queda agria. Y bebo agua y cuando me la paso sobre los labios sabe a sal, a mar profundo, a sexo. Y después lloro, claro, y doy otro picotazo.
No quiero tragármelo de golpe, por si todo cambia, por si el azar decide dar un giro a esta historia tan poco sana. Pero confieso: a veces deseo girarme como un calcetín, perder a mi par en la lavadora, empezar de nuevo una vida en solitario, aunque sea sin corazón. Sólo a veces. Porque me aterra en realidad.
Mientras tanto, me como el corazón, y espero. Como siempre. Pero le he puesto un plazo a mi espera, lo juro. Esta vez sí.

7 comentarios:

monica dijo...

No es digno de saborear la miel el que se aleja de la colmena por miedo a las picaduras de las abejas

monica dijo...

Shakespeare

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Duro alegato, deseo que sea un sueño y el corazón vuelva a latir con delicadeza.
Abrazos
Piedra

Princesa Ono dijo...

Qué preciosidad lo que has escrito. Me quedo con esta frase: "a veces deseo girarme como un calcetín, perder a mi par en la lavadora...". Realmente precioso.

Anónimo dijo...

Uaaaauuu, pedazo de escritora... Cada vez me recuerdas más a Ada...

Ada dijo...

Monica, Shakespeare sabía muy bien lo que decía.

Miguel-Piedra, tal vez -como tu nick- se me convierta en piedra.

Princesa Ono, gracias...

Rombo, ¿nadie puede contactar con la tal Ada? Me alucina tanto haber elegido un nick que ya correspondía a otra y que se me asemeja tanto...¿o fui yo misma y ya lo he olvidado?

Chus A. dijo...

Claro que aterra... claro...
pero la recompensa (yo lo sé, pero seuro que tú también lo sabes) es sublime. Lo mejor está por llegar. Dale la vuelta al calcetín YA.