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martes, 24 de enero de 2012

A los hombres hay que verlos desde arriba

Para verlos pequeños, en su justa medida. A los hombres y a las mujeres. Verles moverse como hormigas ordenadas y educadas, alborotadas otras veces, construyendo y destruyendo, aprendiendo y desaprendiendo, inventando y repitiendo, amando y odiando, riendo y llorando. En su pequeñez y su grandeza.

3 comentarios:

Ada dijo...

Don Vito, gracias por su visita...

el paseante dijo...

Me has recordado la escena de la noria vienesa en la película "El tercer hombre".

Sara O. Durán dijo...

Muy buena recomendación.
Besitos.