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lunes, 3 de octubre de 2011

En medio de la cara

Su abuela siempre le decía: "no te fíes nunca de un hombre que tenga la nariz en medio de la cara". Le hacia mucha gracia ese comentario y toda la metáfora implícita. 
"Abuela -le contestaba ella solícita cuando era una adolescente-, los chicos son muy divertidos. Son blancos. Se les ve venir. Me encantan y me gusta fiarme". La abuela fruncía el entrecejo.
"Abuela -le contestaba ella todavía firme cuando era veinteañera-, los hombres tienen sus cosas, pero si sabes tratarlos son fantásticos". La abuela movía la cabeza a derecha e izquierda mirando al cielo.
"Abuela -le contestaba ella con un punto de decepción cuando se acercaba a los treinta -, ellos son muy egoístas, ya lo sé, pero también son bellos". La abuela ya estaba muy mayor y parecía que no entendía, pero una lágrima le asomaba por el rabillo del ojo derecho. 
Al poco tiempo, murió y ella conoció al hombre con la nariz más grande del mundo. Y encima le brillaba como si el sol se hubiera concentrado ahí. 
"Abuelita -le dijo frente a su tumba, ¿qué hago? su nariz es más grande que mi cara y la tiene bien en medio de la suya". Se escuchó un crujir de huesos. Era la Abuela que se santiguaba. 

6 comentarios:

Anónimo dijo...

Las abuelas saben mucho...

Carme Rosanas dijo...

És genial, Ada!

el paseante dijo...

Es un buen relato, me ha hecho sonreír. Mi abuela siempre me decía: "No te cases nunca con ninguna mujer". Era un poco misógina :-)

PS dijo...

I si a sobre de tenir la nàpia grossa els creix???
Les àvies són sàvies ;-)

Va, però vull creure i crec que els homes, en el fons, són com les dones, humans.

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Si, cuesta fiarse de los narizotas, por algo la abuela no lo hacía.
Besos
Piedra

Ada dijo...

Rombo, a menudo sí...

Carme, gracias...y que los hombres me perdonen

Paseante, dos consejos -el de estas dos abuelas- muy peculiares y con la misma base, sin duda.

País, claro que sí, más egoístas que sacrificados, más egoístas que entregados, pero humanos por supuesto.

Miguel, más que de los narizotas el consejo es más crudo: NO HAY QUE FIARSE DE NINGÚN HOMBRE porque no sé tú, pero yo no he conocido ninguno que no tuviera la nariz en medio de la cara :)