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miércoles, 30 de noviembre de 2011

La bruja

Lo primero que me sorprendió, cuando llegué a su casa, fue ese jardín de rosas sin hojas ni espinas. Contrariamente al efecto que deberían provocar, me desconcertaron: hace tiempo que sé que en la vida la dualidad forma un todo y lo artificial y extraño es pretender que todo sea un jardín de rosas fragantes y hermosas. Supe entonces que aquella visita me daría un buen fruto.
Me la habían recomendado efusivamente: "Es extraordinaria -me dijo un amigo- lo adivina todo: el pasado, el presente y el futuro". 
Yo no soy dada a querer anticipar nada, me gustan las sorpresas, pero estos días estaba liada con un asunto y decidí pedir consejo, así que me animé a probar la experiencia. 
Me recibió vestida de seda turquesa. Parecía más una prostituta ajada que no una vidente, pero tenía una fuerza en su mirada verde difícil de definir, que la hacía contundente. 
Lo cierto es que no me dijo nada que no pudiera adivinar por mis gestos o mis explicaciones, hábilmente pescadas con sus frases sin acabar y sus miradas de reojo, ni tampoco nada que no pudiera imaginar y adornar con una dialéctica cuidada y sugerente. 
Sin embargo, me alegré muchísimo de haberla visitado porque una frase suya me abrió el entendimiento. Me dijo: "Cariño, veo que en tus vidas pasadas padeciste mucho. En una, mataste una hija para evitarle un sufrimiento peor y el dolor de haberte equivocado te ha perseguido siempre. En otra, fuiste abandonada en alta mar para castigar tu adulterio y desde entonces estás esclavizada a la fidelidad. En otra, padeciste la erupción de un volcán en solitario, qué terror sentías mi niña, ahí sola mientras todos corrían en todas direcciones; no soportas las muchedumbres desde entonces. En otra, te enterraron viva en una pirámide, por eso eres claustrofóbica. En otra, fuiste ultrajada y usada, por dedicarte a la prostitución. En otra, fuiste una drogadicta callejera también despreciada y humillada. De ahí, tu orgullo tan marcado. En otra, abandonaste y negaste a tu amor judío por miedo a las represalias y él murió por amarte. Tienes que compensarlo. En otra fuiste quemada viva acusada falsamente de brujería y ya difícilmente confías en nadie. Pero en todas, cariño, viniste a aprender algo y así sigue siendo. Nos reencarnamos conscientemente para aprender una lección, no debes olvidarlo, ni luchar contra ello".
"Entonces -le repliqué mi revelación-, no existe ningún consejo a seguir, ninguno es válido porque nadie ajeno a mí sabe por qué estoy aquí. Me dijeron "tienes que amarte primero a ti misma para poder amar a los demás mejor, tienes que aprender a estar sola, para disfrutar de la compañía, tienes que abandonar el egoísmo y el orgullo, tienes que vivir el presente, tienes que gozar" pero este consejo tal vez es válido para otros, no necesariamente para mí. Si soy lo que elegí ser antes de reencarnarme, ¿por qué pretender cambiar? ¿por qué buscar respuestas en el futuro? No me sirves tú, no me sirve el filósofo, no me sirve el psicólogo, no me sirve el maestro espiritual, no me sirve la música, no me sirve la poesía, no me sirven los amigos...nada me sirve para encontrar respuestas. En realidad, no las necesito: soy lo que tengo que ser en esta vida"
La bruja sonrió mientras pasaba su dedo índice sobre la palma de mi mano. "Tu línea de la inteligencia -replicó- es asombrosamente larga"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Siempre he dicho en algún blog amigo, así que no es novedad; que todo relato que tenga la palabra BRUJA me llama la atención. Así que ya sabes lo que me ha pasado al leerte.
Beso.

el paseante dijo...

No sé quien decía que hemos venido a este mundo a sufrir (quizá la religión católica). Pues tú has venido muchas veces a este mundo para sufrir mucho. O eso, o la vidente era una impostora, que también podría ser.

yo dijo...

Y me pregunto...¿Quién de las dos es más bruja?
Te encontré por casualidad hace unos días y me encantan tus escritos.
Con tu permiso, te seguiré leyendo.
Pd. No soy bloggera. Sólo me da de tanto en tanto por sentarme y 'hablar' conmigo misma.

Ada dijo...

Rombo, no lo sabía. Siempre acierto contigo :)

Paseante, tal vez la bruja sólo habló de lo traumático. Seguro que hubo otras vidas menos trágicas.

Yo en la frontera, quién sabe! :) bienvenida y gracias!