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domingo, 6 de noviembre de 2011

El zoo

Era un zoo en si mismo. Todo lo que tenía de humano, lo tenía de animal. Sí, en idéntica proporción. Así lo había creído siempre y los pasos que había ido dando en la vida, se lo habían ido confirmando. 
- ¿Y tú cómo eres? -le preguntó ella tímidamente mientras acariciaba sus dedos largos.
- Yo, -respondió- soy lento y pacífico como una tortuga, y muy viejo por dentro. Yo, me escondo como el caracol cuando tengo miedo y me escapo de vez en cuando por los tejados como un gato pardo, callejero y soñador, tienes que saberlo. Yo, podría recorrer tu cuerpo como un gusano, arrastrándome y buscando calor o ser un pez ligero acariciando tu interior. Yo soy un cordero si me amas y una cabra loca en los cambios de estación. Yo soy caballo salvaje si hieres mi orgullo y ave cuando escribo. Entonces vuelo lejos. Pretendo cada día convertirme en cisne bello. Pero a veces soy muy burro, mucho. Yo, ya soy perro viejo...y si tú quieres, lobo feroz.
Ella rápidamente le soltó la mano:
- No me gustan los animales -contestó y se alejó de su lado moviendo su trasero de vaca, su cuello erguido de jirafa y su pelo estirado en una cola de caballo.

7 comentarios:

M dijo...

Para jauría la de esta mañana en la pisci...

Pitt Tristán dijo...

A mí tampoco me gustan los animales, prefiero las Adas.

Miguel Bueno Jiménez dijo...

Cada día me sorprendes con tus preciosos cuentos.
Abrazos
Piedra

Anónimo dijo...

Bufff, tía, como escribes. Te has vuelto a superar. Creo que definitivamente has bebido el elixir de la inspiración...

Ada dijo...

Monica, si es que somos más animales que humanos, no cabe duda.

Pitt, olvidaste la "h"...:)

Miguel-Piedra, espero que gratamente...

Rombooooo, por tu culpa me volveré rosa como una gamba :)

M dijo...

Estaban en las calles de al lado niños pequeños con sus papas y mamas haciendo cursillo.
qué griterío! e incluso en la calle donde estaba yo alguna que otra mama con su niño medio jugando con anillas,aros, y churros
Ya me dijo la socorrista que no fuera otro domingo hasta por los menos las doce y veinte

el paseante dijo...

Hay espacio en tu zoo para un escarabajo que se despertó un día convertido en lo que soy ahora?