"Lo siento mucho pero has dejado de respetarme y valorarme y no puedo sufrir más. Ahora sí que es un adiós. Te doy las gracias por estos años en los que me he sentido muy querida. Nunca te olvidaré ni dejaré de quererte. Si necesitas algo sabes donde estoy. Prométeme que te cuidarás. Adiós, amor." Apretó el botón de enviar y fue como morir, así, un segundo de agonía y ya está, el cambio más inesperado y doloroso, el más temido, sólo un segundo. Cerró fuerte los ojos y apagó la luz. "Si muero, sálvame".
11 comentarios:
Todo, todo... tiene solución.
"...sabes donde estoy" si lo has dicho bien claro.
Esto no parece un adios, es más bien un grito de socorro.
hay que cerrar mejor esa puerta, o entrará aire...
La música preciosa, el texto escrito con el corazón en la mano.
Besos
Piedra
Cuando abrió los ojos, penso: ¡Cómo fue que no envié este mensaje muchísimo antes? Lo libre que me siento sin ese peso sobre mi.
Abrazos.
Uff ! Por fin se fue.
Uff ! Por fin se fue.
Es que la tecla "enviar" tiene mucho peligro (supongo que el botón nuclear debe ser lo mismo). Antes, con el correo convencional, era más sencillo. Entre que escribías la carta con letra aplicada, buscabas el sobre, ibas a comprar el sello en el estanco... te daba tiempo a pensarlo mejor.
todas las despedidas son dolorosas, pero se sobrevive.
un saludo
marian
A sex and the city, a la prota una de les seves parelles la deixa amb un post it. Jo preferiria que m'ho diguessin a la cara...
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