Llegó allí con el corazón encogido, aterrada más bien, con las piernas temblando y la inquietud, como un resorte en el cuello, que lo hacía moverse a izquierda y derecha buscando no sabía qué peligro. Curiosamente respiraba bien. Nunca hubiera creído que en la luna se respirase bien. Si no fuera por la angustia en el estómago que le obligaba a exhalar e inhalar acelerada, nada sería diferente que en sus días en la tierra.
Allí en la luna todo era luminoso, plateado, tal vez gris. Echaba mucho de menos aquella lengua naranja del sol al atardecer, o aquellos cielos rojizos de viento, o el azul esmeralda de algunos días de verano sin nubes. Pero aquel color argentado no estaba nada mal, era elegante, sereno, moderno.
Se sentó en el suelo. La luna era fría y húmeda. "Confía en ella -se dijo así misma en un susurro-, piensa que es una luna nueva. Cuando sea llena ya no te sentirás vacía".
Mientras, en la tierra, su amado se lamentaba en su celda de aislamiento y leía la copia de la denuncia policial que acababa de interponer en la comisaria: "el denunciante declara que su esposa se ha ido de luna de miel sola. Lugar: la luna".
Y así los dos amantes, uno en la luna y otro en su celda, seguían esperando. La luna, contenta, se frotaba las manos e iba creciendo despacito.
7 comentarios:
Ada, ¿no crees que el 2% de los manuales de crecimiento personal que dejas por fuera de la hoguera es demasiado?
¿Para qué serían usados y por quién?
Me gusta tu cuento lunar.
Muy frecuentemente me identifico demasiado con tus textos. Hermoso :)
Nos sentimos identificadas porque somos humnas demasiado humanas. Y también se aplica para el género masculino.
Tus cuentos siempre me hacen reflexionar. ¡Gracias!
Precioso cuento, bien podrìan cambiar los papeles y quedar el hombre en la luna eternamente.
Expresiones
Piedra
Anuar, no creo que los libros de crecimiento personal deban quemarse. Tal vez algunos de autoayuda, de esos estereotipados, pero en general el crecimiento personal no es más que una manera moderna y más sencilla de acercar la filosofía a la gente. Todos deberíamos leer filosofía o psicología o crecimiento personal, como quieras llamarle. Nada de hogueras :)
Incógnita, tal vez porque como dice Amber son sentimientos muy humanos que todos de alguna manera hemos sentido o padecido.
Ámber, esa es la idea. Gracias...
Miguel :)
Pues yo diría que eres la primera mujer que ha pisado la Luna. Tienes una entrevista, si consigues regresar :-)
Publicar un comentario