Estoy otra vez afónica. No sé si por lo que hablo o por lo que callo. Es una castración que me supera: abrir la boca y sólo ver las estrellas, que el aire me arañe la tráquea, que las palabras se arremolinen en la garganta y se atropellen. Quiero decir y no puedo. Es cómico. Y cruel al mismo tiempo.
En la farmacia me han vendido espontáneamente y por voluntad propia, un spray de própolis. Puede que esto alguien también lo vea cómico o cruel, pero lo cierto es que me siento mejor desde entonces. Afortunadamente, las yemas de los dedos no tienen garganta.
7 comentarios:
Pues nada... a cuidarse.
Yo en esos casos he tomado caramelos de própolis. No son muy sabrosos pero alivian
besos
cuidate. Eso será por el cambio del tiempo.
Que et milloris guapa! Millor no parlar gaire... o al menys parla amb els caps dels dits... ens agrada. :)
Me han hablado muy bien de propolis y por lo visto funciona, ánimo!!! y ponte buena prontito.
El pròpolis és miraculós, a mi m´anava molt bé un xarop per les angines. Ara em costa trobar-lo.
I per les mans ( si fos el cas...) també hi ha un sabó de pròpolis que les fa escriure quan es posen mandroses.
Gracias, chicos, y sí, el própolis es milagroso, os lo recomiendo en caso necesario!
Creo que muchos de nosotros cuidamos más las yemas de los dedos que la garganta. Al menos yo pienso que me expreso mejor de esta manera.
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