Lo habían educado en un colegio religioso y había estudiado en una prestigiosa universidad privada la carrera de diseño de moda y complementos, de la que no pasó más allá del proyecto de fin de curso: aquel conjunto de vestiditos veraniegos con una espiga de trigo bordada, antes de dar el braguetazo con la hija del marqués; había recibido las mejores lecciones familiares de compostura y refinamiento; se había desangustiado pequeñas angustías juveniles leyendo a los clásicos; había explotado su pubertad escribiendo poesía en papeles perfumados con esa i latina suya tan característica, con espiral en vez de punto y que nunca vieron la luz más allá de la lámpara de su escritorio; había besado cástamente a varias mujeres (y algún hombre en sueños húmedos), incluida la mujer con la que había terminado casándose afortunadamente y los placeres del sexo habían sido pocos y ligeros, los justos para concebir dos hijos, niño y niña, y en ese orden, bendito sea Dios; había cultivado aficiones sanas y elegantes: jardinería, antigüedades, obras benéficas, lectura, padel, coches y paseos por la playa. Era tal su encorsetamiento, sus eufemísticos rodeos en la vida, su rigidez extrema, su visión idealizada de las cosas, su intolerancia general, su grado cero ante la frustración, su manera de mirar el mundo con unas gafas irreales, que cuando todos los demás decían "si es que hay gente para todo", el decía sin pudor "las personas somos rosas de colores". Y de ahí no lo sacabas. Rositas de colores, hermosas y olorosas, a veces hirientes con sus espinas traicioneras, pero todos rosas.
"Tú lo que eres -le dijo un día alguien- es un señor capullo". Y se quedó tan ancho mientras él hacía un mohín de disgusto y se sujetaba a su corbata rosa de seda para no caer al abismo.
6 comentarios:
Le entra la luz por ese mimbre que embellece todavía mas las rosas, sus corolas espirales...
Bueno toda una vida perfecta de capullo.¿No serìa un maltratador?...me gustas como escribes.
Muchas gracias por tu visita a mi blog.
un fuerte abrazo
fus
Me cruzo a menudo con ellos cuando voy a la zona pija del Turó Parc. Haberlos, haylos :-)
Hay muchos así. Muy bella imagen. Abrazos.
Sí, está lleno de ellos, sobre todo en según que zonas de la ciudad e, incluso, del país.
La foto es preciosa.
Monica, Amber, el ramo es precioso, sí, hay que reconocerlo.
Gracias, Fus.
Paseante, les hueles, no?
Sara, sí, hay muchos de todo...
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