Todos deberíamos tener en casa una puerta que nos condujera al mundo de lo poco urgente, como un espejo de Alicia. Yo me he inventado una. La cruzo y los grandes escritores me esperan tomando el te en una mesa larga, como de reuniones ejecutivas, nada de bordados ni velitas, la cosa es seria. Hablamos de asuntos importantísimos, algunos son secretos, pero todo se queda en palabras. Esta tarde están Virginia, Lewis, Mark, Mercè, Ángel, George, Miquel Àngel, Carmen y Guillem. No siempre son los mismos, les gusta cambiar.
Fuera de la mesa, pero en la misma habitación, están los artistas plásticos. Pablo me mira siempre con ojos lujuriosos, a pesar de que no soy su tipo, y Amadeo languidece hoy en la ventana buscando unos ojos violeta que no puedo ofrecerle.
Tras la ventana, en el jardín, están los músicos. Ah, pocas veces se dignan a compartir espacio con nosotros, a pesar que su música es lo menos urgente de todo. Se limitan a hacerla y nosotros la escuchamos sin oirla.
Lo más urgente, como diría Fito, no siempre es lo más importante. Por eso, reúno todo lo poco urgente tras esta puerta mágica y allí descanso de la vida loca, ajetreada, estúpida, extraña, bella.
9 comentarios:
Si se es consciente al cien por cien se sabe qué es no urgente...(eso eso es lo verdadero)
Es real la buena conversación y la buena mùsica auque no se entienda el idioma de esa música...
¡Delicioso post! Y deliciosa lectura velada de algunos de los grandes nos invitas a que los re-descubramos y hasta descubramos.
Besísimos.
* ¡Chulísima la foto!
Dime exactamente qué es lo que te asusta de tus pensamientos.
Ingenioso y muy divertido. Te quedo como la película de Woody Allen Media noche en París.
Me imagino a toda la gente de Blogville haciendo cola ante esa puerta, intentando camelar al segurata que has puesto allí para seleccionar a los que pasan y a los que nos quedamos en la calle. "¡Eh! que yo no llevo bambas, señor guardia".
Monica, así es, pero es difícil a veces saber elegir entre lo urgente y lo importante.
Amber, a unos metros de la foto había una carretera transitada. Busqué el trocito que quería. Siempre mentimos...
Anuar, no sólo de los míos, de todos: que a veces son como caballos desbocados que nos llevan por caminos no recomendables y nos alejan muchísimo de la piel y el corazón. Los pensamientos, a veces, pueden ser tramposos y han crecido en un lugar que poco tiene que ver con la experiencia y, por tanto, son poco reales, válidos para entretener a nuestra cabeza, inútiles para aplicar en la vida. Pero digo "a veces"; otras, nos salvan.
Sara, sí? pues no la he visto...se ve que Woody Allen y yo estamos igual de neuróticos :)
Paseante, no, no, no, esta entrada es totalmente libre y gratuita. Pero, creéme, si la crisis nos obligara a hacer algún recorte, tú siempre tendrías derecho de admisión.
Oye Ada, que te digo una cosa...: Este es hasta ahora tu mejor post. Para mi gusto. Perfecto, genial !!.
Rombo, graciasssssssssss
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