No todos hemos crecido con los mismos peligros y temores. Los míos han sido las súbitas cataratas en las aguas mansas de un río; las traicioneras arenas movedizas sobre un páramo aparentemente seco; los caníbales hambrientos con complejo de bruja haciendo pócimas en calderos burbujeantes; los lobos feroces siempre embaucando a las caperucitas; los tiburones asesinos sorprendiendo en las aguas tranquilas del verano; los vampiros, los fantasmas y los zombies, esos siempre, en sus castillos repletos de pasadizos secretos; los laberintos imposibles de cruzar; las manzanas envenenadas; los robots gigantescos destruyendo las ciudades con un sólo paso. Todo fantasías, como podéis ver, pero que pueden ser buenas metáforas de los peligros reales que nos acechan. Es difícil cruzar tranquilo el bosque.
11 comentarios:
No es lo mismo caminar por el bosque con luz o sin luz. Por el día yo creo que no da miedo.
Por cierto que música! mata la cabeza....
¡el bosque... qué ironías...!, no te preocupes, acabaremos talándolo, quemándolo, arrancándolo todo de raíz...
un abrazo
Sí, los tiburones acechando, las pesadillas de puñetazos que hacen reír al oponente, los accidentes de avión y ese suelo que se acerca vertiginoso antes de despertarte sudoroso...
Un beso.
Para mi era que el mar subía, subía y llegaba al filo de la cama.
Ahora, cuarenta años después, que me falta por aprobar una asignatura de la carrera.
Abrazos
Piedra
Monica, aunque no dé miedo, no es fácil. Y la música...pues tienes mucha razón, al final se vuelve un poco insoportable.
Elchiado, tampoco hay que pasarse. Lo más sano es saber convivir con los peligros y temores. Por cierto, ¿por qué no nos dejas dejarte comentarios? ¿sería un peligro? :)
Sbm, Miguel-piedra :) veis?, todos son diferentes...
Curioso. Mi mayor miedo siempre ha sido que me bloquee el miedo.
Yo siempre he temido más a los vivos que a los muertos. Y los tiburones, las serpientes, pasar por debajo de una estructura metálica de obras o cruzarme con un político también me da susto.
Pepe, un miedo que comparto y, desgraciadamente, a veces experimento.
Paseante, un político, qué susto! :)
Chic@s, en este post, no me refería a los miedos reales sinó a todo ese imaginario que hemos tenido desde pequeños. Se me ocurríó al pensar en unas cataratas, siempre esa imagen de las cataratas súbitas en un río aparentemente tranquilo que me ha hecho recelar de las aguas mansas aunque sepa que en mi tierra no sólo no hay cataratas sinó tampoco ríos. Son peligros o miedos lejanos, nada que ver con los verdaderos y posibles, que se merecen uno (o mil) posts a parte.
eso siempre depende, tú... ¿te consideras peligrosa?
No me lo considero, pero todos podemos serlo incluso involuntariamente.
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