En mi tierra casi nunca nieva así que cuando cae un poco de hielo y cuaja ligeramente es una fiesta. Anoche el atardecer sobre el mar teñía de verano la bahía; hoy, el frío y la lluvia cubren los caminos. Yo quería caminar hoy, pero la naturaleza me ha dicho "para!" y aquí estoy de nuevo, en casa, escuchando los truenos tras la ventana y dejando que la lluvia fina y constante me bañe por dentro.
7 comentarios:
Besos y abrazos cálidos, Ada.
Aquí, hoy hace mucho viento
Me gusta la nieve. Este año no nos ha nevado por acá, como casi todos. ¡Disfrútalo mucho!
pos en la mía ni te cuento... aquí pa pillar nieve te tienes que subir a dosmil metros...
A los que no vemos la nieve como algo natural del entorno nos produce una maravillosa sensación contemplarla en nuestros parques y riberas. Un post evocador.
L, gracias, se necesita calidez.
Mónica, a taparse pues...
Sara, tengo mucho fríooooooo :)
Elchiado, ¿vives en el infierno? :)
Pitt, así es. Si estuvieramos hartos, no cabría ningún post posiblemente
Esos días inclementes hay que verlos a través de la pantalla de la tele o, como mucho, por una buena ventana de doble cristal.
Publicar un comentario