Sobre la argolla plateada de la lápida alguien había atado un rosario. No había flores ni fotos, sólo aquel símbolo solitario, gris sobre la piedra gris sobre el cielo gris sobre el alma gris. A pesar de ello, la tristeza no era extrema, más bien suave, contenida, como un ligero escozor, un puntito de nostalgia, un hormigueo en los dedos, un desazón en la boca del estómago, sería el cava.
Habían sido pocos en la casa, una familia reducida que todavía no había podido dedicarse a aumentar para compensar cuando algunos faltaran. Y tenía miedo, este sí que terrorífico, a ir restando presencias hasta que las fiestas fueran un desencuentro solitario de nostalgias.
Pero el camino estaba tomado: jamás su casa sería un hogar lleno de niños ilusionados, ni de carcajadas embriagadas, ni de músicas altas, ropas con lentejuelas, bailes frenéticos y complicidades extremas. Eran pocos y comedidos. Eran pocos y tranquilos. Gris sobre el gris sobre el gris sobre el gris.
8 comentarios:
Existen otro tipo de colores.
El club de los grises tiene muchos matices, lo sé porque lo conozco.
Un abrazo.
es el color de acuario.
Pero por qué lo expresas así?
Sbm, aunque los grises tengan matices prefiero el resto de colores.
Mónica, pues diran por ahí que el gris es el color de los acuarios, pero a mí no me gusta nada, sólo en la plata.
Sí, se sobreentiende.
Yo también.
simbolo químico ag. en un podio segundo lugar.
Y brilla porque refleja la luz y conduce el calor...
Tristeza gris. De tanto miedo fueron restando ellos mismos presencias y carcajadas.
Tambien prefiero el resto de los colores ;)
Es lo jodido de estas fiestas, que nos obligan a vestirlas de colores vivos cuando muchos sólo tienen un lápiz de color gris en su estuche de dibujo.
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