El sueño es una ventana en la que nos asomamos distraídos para encontrarnos en algún momento en que la niebla se aligera.
En el sueño nos amamos mientras los personajes de circo se cuelan en el argumento: una foca asesina, el príncipe Felipe, un bigotudo con aspecto de forzudo del siglo pasado, dos gemelas y un arlequín sospechosamente próximos... En el sueño nos asomamos y nos vemos, nos amamos y no nos huimos, nos quedamos y nos confundimos, nos hablamos y nos sentimos.
En el sueño no me preocupa desearte y que me desees, no me pregunto nada, sólo siento. Lo sabes, siempre será nuestra ventana. Buenas noches...
8 comentarios:
Ohh que bonitoooo!!! bueno todo, menos lo de la foca asesina y el príncipe felipe, eso es una pesadilla más bien no? Felices sueños ada!!
Qué bueno es soñar...y qué bien has explicado la sensación !
A mí me gustaría que los sueños fueran una realidad paralela a la que vivimos mientras estamos despiertos, y que pudiéramos pasar a voluntad a uno y otro lado de la ventana. Cuando un sueño nos asusta, nos despertamos. Cuando la vida no nos gustara, deberíamos poder dormirnos inmediatamente.
Algunos sueños son una delicia, otros mejor olvidarse pero incluso cuando despiertas sobresaltado no puedes "cambiar el canal", permanece.
Por suerte los dulces sueños son más abundantes que las pesadillas, aunque creo que ahora sueño menos que antes, quizá lo haga más despierto.
Disfruta de esa vuestra ventana.
Disculpa, acabo de recordar que prefiero antes los sueños que las pesadillas:
http://superehore.blogspot.com/2011/09/suenos.html
Al menos queda la sensación de ser uno el propio dueño de sus sueños, aunque de vez en cuando nos embargue alguna que otra pesadilla.
De uno o cualquier otro modo, nunca dejes de soñar, es la prolongación del deseo más íntimo.
Un abrazo, Ada.
Tienes muchos secundarios. Veo que tus sueños son de alto presupuesto.
Un saludo.
Volboretinha, más que una pesadilla es raro, no? me fascina lo que es capaz de hacer la mente en sueños.
Rombo, no concibo una vida sin sueños.
Paseante, yo creo que más o menos es eso, sólo que todavía no lo controlamos a voluntad.
Sergio, todos preferimos los sueños a las pesadillas, ¿no?
Yo, fíjate que a mi me pasa al contrario: no me siento en absoluta dueña de mis sueños. Te aseguro que por voluntad propia y consciente no aparecería el Príncipe Felipe por ahí :)
Pepe, secundarios "reales". Espero que no termine cobrándome 2 millones de euros.
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